LA DEMOCRACIA CONTEMPORÁNEA - ESPAÑA
La democracia es la forma de poder político en la que la soberanía reside en todos y cada uno, es decir, en el pueblo (soberanía popular). Ahora bien, resultaría bastante difícil que todo el pueblo a la vez tomara todas las decisiones que afectan a nuestra vida en comunidad. Por eso, la fórmula de la democracia representativa (aquella en la que los ciudadanos votan a representantes para que tomen decisiones en su nombre) se convirtió en necesaria cuando las sociedades se hicieron más grandes y complejas.
Mediante el voto, cada ciudadano expresa su preferencia ante diversas opciones. En las democracias representativas, estas
opciones suelen ser los diversos candidatos o partidos que representan, cada uno de ellos, una línea ideológica y un programa que deben cumplir si son elegidos. En el período que precede a las elecciones, cada candidato o partido político prepara y lleva a cabo su campaña electoral, en la que explica los detalles de su programa con el objetivo de conquistar el mayor número
de votos. Durante las elecciones, los ciudadanos votan por los candidatos o partidos de su preferencia. El sistema electoral regula el proceso por el que los votos determinan qué partido formará
Gobierno y, en consecuencia, qué partido se convertirá en portavoz de la voluntad del pueblo durante cuatro años. El sistema electoral, sin embargo, es más complicado de lo que parece y, según
algunos, es hasta cierto punto injusto. ¿Por qué? Porque se rige por una ley matemática o Ley D'Ont que tiende a favorecer unos votos sobre otros. Observa el siguiente video.
Cualquier Estado democrático debe
recoger los principios básicos de su organización en una ley fundamental que establezca el modo de gobierno, los derechos de los ciudadanos y el tipo de economía y de sociedad que la comunidad
quiere. Esta ley es la Constitución del Estado. En España, la Constitución actual es la
Constitución de 1978, pero, debido a su importancia, dedicaremos a ella un apartado especial.